Nuestras propuestas al problema del transporte público
El problema de la seguridad en el transporte público sigue siendo uno de los nudos más difíciles para el gobierno. En este momento, la máxima prioridad es contener el número de contagios en la medida de lo posible, eliminando todas las oportunidades potenciales de propagación del virus.
Lo más difícil en estas situaciones es encontrar el equilibrio adecuado entre salud y economía. En efecto, cada elección implica sacrificios, renuncias y molestias para los ciudadanos, las empresas y las instituciones. Las críticas y las protestas, que no han faltado en estos días, son sin duda aceptables, siempre que lleven a esfuerzos compartidos para luchar contra el contagio.
Para salir de este largo túnel de miedo e incertidumbre tan pronto como sea posible, debemos aunar fuerzasy cooperar, tratando de ver la crisis como una oportunidad para realizar los cambios y mejoras esperados desde hace mucho tiempo. El virus pasará tarde o temprano, pero todas las innovaciones que se pongan en marcha hoy, con el objetivo de contenerlo, seguirán siendo como un tesoro que habrá que hacer fructificar; basta pensar en el trabajo ágil o en la didáctica a distancia.
En este escenario, nuestra percepción es que nuestro sector (el del transporte) es un poco la "Cenicienta" del momento. Aparte de la reducción de la capacidad a bordo de los medios de transporte, están muy lejos de producirse cambios sustanciales en el sistema de transporte local. Reducir al 50% la capacidad permitida reduce seguramente las situaciones de hacinamiento. Sin embargo, al hacerlo, se limita la posibilidad de disfrutar de un servicio público, que en muchos casos sólo se hace accesible a los primeros que llegan. Al mismo tiempo, sigue planteándose el problema del seguimiento de los usuarios que han utilizado el servicio.
En nuestra opinión, la única solución a este problema es reforzar e innovar el sistema de transporte local. ¿Cómo? Por un lado, hay que implicar a empresas de transporte privadas, haciéndolas intervenir en apoyo de las empresas del TPL y, por otro, hace falta un sistema de reserva en línea. Para garantizar un servicio seguro y eficaz, es conveniente construir un sistema de transporte dedicado a distritos industriales, grandes empresas, escuelas y universidades.
Las ventajas serían múltiples:
1) se daría oxígeno a un sector económico en grave dificultad;
2) se eliminarían las aglomeraciones en los medios y en las paradas, garantizando el pleno respeto de las normas anti-contagio;
3) se podrían optimizar los medios y paradas, según los datos sobre el uso del servicio;
4) se reducirían el tráfico y las emisiones de CO2;
5) la lista de usuarios del servicio estaría disponible en cualquier momento y se evitaría la propagación de posibles brotes.
¡Lo bueno es que no estamos hablando de algo utópico, ni mucho menos de mera teoría! Este modelo ya es realidad en Lombardía, donde desde mayo hemos activado nuestro servicio para un grupo de empresas multinacionales. ¿Cómo funciona? Sus empleados reservan sus asientos en línea, eligiendo horarios y paradas de salida, un servicio de transporte les acompaña al trabajo y viceversa. ¡Los resultados obtenidos hasta ahora son elocuentes: 26.125,00 Km y 1.741,67 litros de gasóleo ahorrado!
Por supuesto, este modelo se puede reproducir fácilmente para escuelas, universidades y empresas. Nuestra tecnología está muy desarrollada y nuestra red de transporte cubre todo el territorio nacional. Es por eso que elegimos ponernos en el juego y por eso FNM decidió invertir en nuestro proyecto. En este momento, cada uno de nosotros tiene que hacer su parte y la única manera de ganar esta batalla es uniendo fuerzas.
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